1. Asegúrese que la empresa elegida cuente con matrícula habilitante expedida por el Ministerio de Salud de la Nación.

2. Más allá de cuestiones “marketineras” y publicidades “fashion”, chequee si la empresa a contratar, le paga regularmente a los prestadores o estos rotan en forma incansable por falta de cumplimiento y seriedad en este aspecto elemental.

3. Exija que le empresa lo mantenga indemne (formalmente y por escrito) de cualquier eventual reclamo laboral y/o civil.

4. Verifique los antecedentes históricos completos de la sociedad que finalmente prestará los servicios, no solo del nombre fantasía.
Algunas muy afamadas, cambian de razón social (persona jurídica que en realidad asume los servicios) a menudo con el fin de evadir sus responsabilidades legales tanto frente a clientes, personal, proveedores, como al fisco.